GUARDEMOS LAS INSTRUCCIONES.
PROVERBIOS 6:20 Hijo mío, obedece los mandatos de tu padre, y no descuides la instrucción de tu madre. 21 Guarda siempre sus palabras en tu corazón; átalas alrededor de tu cuello. 22 Cuando camines, su consejo te guiará. Cuando duermas, te protegerá. Cuando despiertes, te orientará. 23 Pues su mandato es una lámpara y su instrucción es una luz; su disciplina correctiva es el camino que lleva a la vida. NTV.
Por lo general, a los hijos no les gusta escuchar los consejos, ni las instrucciones que les dan sus padres. Pues piensan que los consejos paternos son anticuados, que ya están pasados de moda y no se ajustan a la realidad del tiempo que están viviendo, por eso menosprecian las palabras de sus padres. Los consejos de los padres, no son porque quieran fastidiar la vida de sus hijos, más bien, son para que ellos no cometan errores de los cuales se pueden arrepentir. Además, los consejos y las instrucciones de los padres son sabias y valederas, porque cada una de sus palabras llevan la experiencia vivida de cada una de las etapas de su desarrollo personal y paternal
Salomón entendiendo la experiencia de vida que tienen los padres, aconseja a todos los hijos para que obedezcan a cada una de sus instrucciones, y no solo eso, sino que también las guardarán en lo más profundo de sus corazones. Que tengan las instrucciones de sus padres como un collar colgado alrededor del cuello, para que siempre estén meditando en ellas. Las palabras de Salomón son sabias porque sabe que la mente del hombre es frágil y no puede retener con total facilidad los sanos consejos de sus padres, por eso les pide que esos consejos los escriban en algo que puedan llevar consigo a todo lugar que fueran, tal como llevan un collar muy valioso.
Los sabios consejos de los padres, son más valiosos que cualquier tesoro existente en el mundo, porque en cualquier momento, algún consejo dado por ellos, puede ayudar a los hijos a no cometer errores de los cuales después se pueden arrepentir. Los consejos de los padres, pueden guiar a los hijos a que caminen con rectitud por las sendas de justicia, a protegerse de las malas amistades, y a orientar su vida de la mejor manera. Estas tres virtudes son las que da el sabio Salomón para que los hijos escuchen atentamente a las instrucciones de los padres. Además, recalca que los mandatos de los padres es una lámpara, sus instrucciones una luz; y la disciplina correctiva es el camino que lleva a la vida.
Seguir los mandatos y los consejos de los padres, pueden ayudar al hombre a llevar una vida tranquila y armónica, lejos de los problemas y situaciones adversas. Pero los hijos al despreciar los sabios consejos de los padres, se complican y arruinan sus vidas. Al igual que los padres terrenales, el Padre Celestial desea que sus hijos lleven una vida tranquila, libre de toda complicación, por eso, ha dejado sus mandamientos y sus instrucciones registradas en las páginas de las Sagradas Escrituras. La Biblia es el manual de vida para todos los hijos de Dios. Es la lámpara que guía los pasos del hombre, es la luz que dispersa la más densa neblina o la obscuridad. La Biblia es la voz de Dios que disciplina al hombre para que vuelva a los caminos de rectitud y justicia. Dios desea que cada uno de sus hijos, guarden Su palabra en su corazón, y lo tengan siempre presente, para que no cometan errores de los cuales se puedan arrepentir.
Queridos hermanos. A pesar de que seamos adultos, no debemos menospreciar los consejos de nuestros padres. Los años de experiencia que nos llevan de ventaja pueden haberles dado la sabiduría que a nosotros nos hace falta. Escuchemos sus consejos y guardémoslos en nuestro corazón, quizás en algún momento podremos necesitarlos para no cometer errores fatales para nuestras vidas. Hermanos, si valoramos y guardamos las instrucciones de nuestros padres terrenales, con mucha más razón debemos guardar los mandatos y las instrucciones de nuestro Padre Celestial, porque sus instrucciones, es la lámpara y la luz que nos puede dar vida, y puede liberar nuestra alma de la condenación eterna.