¿SABEMOS PERDONAR?
¿SABEMOS PERDONAR?
Con regularidad se nos hace fácil decir a las personas que han sido lastimadas, que deben perdonar a sus agresores ¿Pero si nosotros somos los lastimados qué pasa? ¿Será que se nos hace fácil perdonar? ¿Los consejos que damos a nuestro prójimo dónde quedan? Para poder decir a nuestro prójimo que perdone las ofensas, primero deberíamos aplicar esos consejos a nuestra vida. Jesús, nuestro ejemplo a seguir en su vida terrenal, practicó cada una de sus palabras hasta los últimos minutos de su vida, por eso, cuando estuvo colgado en el madero y antes de entregar su Espíritu a Su Padre ¡exclamó!: “… Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen…” Lucas 23:34 NTV. Si usted va a aconsejar a su prójimo que perdone, antes, usted debería haber perdonado a todos los que le hayan lastimado.