DIOS CUMPLO SUS ADVERTENCIAS

2 REYES 25. DIOS CUMPLO SUS ADVERTENCIAS.

8 … el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, llegó a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia y funcionario del rey babilónico. 9 Quemó por completo el templo del SEÑOR, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Destruyó todos los edificios importantes de la ciudad. 10 Después supervisó a todo el ejército babilónico mientras derribaba por completo las murallas de Jerusalén. 11 Nabuzaradán,… se llevó cautivas a las personas que quedaban en la ciudad… 12 pero… permitió que algunos de los más pobres quedaran en Judá para cuidar los viñedos y los campos. 21 … Así que el pueblo de Judá fue expulsado de su tierra y llevado al destierro. NTV.

El eterno Creador había detenido su juicio en contra de Judá, pero el pueblo no aprovecho esa oportunidad a pesar de haber presenciado la ira de Dios en contra de sus tribus hermanas. Pues años antes, el eterno Creador se había valido de los asirios para ejecutar su juicio contra Israel. Los asirios destruyeron Samaria y llevaron cautivos a los hombres que no perecieron durante la toma de la ciudad. Judá no atendió a las advertencias de Dios, y al igual que Israel perseveró en su maldad. La ira de Dios estalló en contra de su pueblo rebelde, permitió que Babilonia tomara Jerusalén y a sus habitantes.

Babilonia conquistó Asiria y llegó a ser la nueva potencia mundial. El ejército babilónico el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor marchó en Jerusalén al mando de Nabuzaradán, capitán de la guardia y funcionario del rey babilónico. Nabuzaradán era un experto en demoliciones y llegó a Jerusalén para cumplir con el objetivo de destruir por completo la ciudad tal como lo había ordenado el monarca babilónico. El ejército invasor llevo a cabo el plan de desmantelamiento y la destrucción de Jerusalén de una forma ordenada.

Nabuzaradán, inicio la destrucción de Jerusalén. quemando el templo del eterno Creador, luego quemó el palacio y los edificios principales de Jerusalén, derribó los muros que habían protegido a la ciudad en el pasado. También se apoderó de todos los utensilios del templo, El magnífico templo construido por Salomón, destinado a perdurar como testigo del Señor Dios y de lo que Él había hecho por su pueblo amado. El templo fue demolido hasta sus cimientos, fue despojado de su riqueza material y sencilla belleza. Fue convertido en un lugar que sería motivo de asombro y de burla para los que pasaran por allí

Posteriormente Nabuzaradán organizó y dirigió una marcha forzada de los judíos que quedaban al exilio en Babilonia. Los deportados incluyeron subrevivientes de Jerusalén y los que se habían rendido a los babilonios antes de la toma de la ciudad. Pero dejo a algunos habitantes, los más pobres, para que cuiden de las viñas y labren los campos, para garantizar así la continuidad del cultivo de la tierra, y no volvieran a su estado salvaje. La destrucción final de Jerusalén tuvo lugar en el año 586 a.C. Cumpliéndose de esa forma la advertencia que el eterno Creador había enviado a su pueblo.

Queridos hermanos, el pueblo judío pensó que las advertencias de destrucción de la ciudad por parte del eterno Creador, nunca iban a suceder. Pues veían el Templo de una manera supersticiosa y pensaban que Dios nunca permitiría que su Templo ni la ciudad que Él levantó, fuera a ser destruido por el enemigo. Los judíos rechazaron a su Señor, y Dios los rechazo a ellos. Quito su protección a Judá y permitió que los babilonios destruyeran la ciudad, ejecutando de esa forma su juicio contra la rebeldía y el pecado. Hermanos, las advertencias de Dios son claras en contra de los que no caminan en conformidad a su voluntad. En contra de los que a pesar de a ver recibido a Cristo Jesús persisten en sus pecados. Que nadie se engañe. Si hoy en día el pueblo de Dios no lo adora en verdadero arrepentimiento, perderemos las bendiciones de las cuales gozamos y seremos merecedores de los justos juicios de Dios.