2 SAMUEL 11

UN PECADO NO PUEDE SER ENCUBIERTO.

5 … cuando Betsabé descubrió que estaba embarazada, le envió el siguiente mensaje a David: Estoy embarazada. 6 Entonces David envió un mensaje a Joab: Mándame a Urías… 7 Cuando Urías llegó, David le preguntó cómo estaban Joab y el ejército… 8 Después le dijo a Urías: Ve a tu casa a descansar. 9 Pero Urías no fue a su casa, sino que durmió esa noche a la entrada del palacio con la guardia real. 13 David lo invitó a cenar y lo emborrachó. Pero aun así no logró que Urías se fuera a la casa con su esposa… 14 David escribió una carta a Joab… 15 La carta le daba las siguientes instrucciones a Joab: Pon a Urías en las líneas del frente… NTV.

¿Alguna vez usted ha tratado de esconder sus faltas? ¿Lo pudo lograr o fue descubierto? Con frecuencia cuando las personas cometen faltas, tratan de una o de otra manera encubrirlas, para no asumir sus consecuencias. Algunos por el afán de no ser descubiertos, son capaces de cometer faltas aún más graves que la falta inicial, desencadenando así una sucesión de faltas. David al saber la consecuencia de su adulterio, trató de esconder su pecado cometiendo un pecado aún más grave que su primer pecado.

David había alcanzado la cima de su carrera, distinguiéndose de múltiples formas; era un monarca respetable y amado por sus súbditos, un líder ejemplar que comandó a su ejército en múltiples batallas, llevándolos a la victoria en contra de sus enemigos. En cierta ocasión, el monarca hebreo; en vez de liderar a su ejército contra los amonitas, se quedó en el palacio a descansar, enviando en su lugar a Joab para que lidere a su ejército contra los amonitas.

David aburrido en su palacio, trató de buscar algo que lo distrajera. Mientras se paseaba por la azotea del palacio, la cual estaba muy por encima del nivel de las paredes que daban a la calle, vio a una hermosa mujer que se bañaba. Esa hermosa mujer era Betsabé, esposa de Urías, uno de los guerreros valientes de David. El monarca, al contemplar la hermosura de Betsabé, la lujuria llenó su corazón, y olvidó su devoción a Dios. Mandó a sus siervos por ella y a pesar de conocer que estaba casada tuvo relaciones con ella.

David al enterarse del fruto de su adulterio con Betsabé, conspiró cómo esconder su pecado. Primero, llamó a Urías que volviera de la guerra, fingiendo querer saber acerca del progreso de Joab y el ejército. Después de que le fueron contestadas sus preguntas, David instruyó a Urías a regresar a su casa, esperando que tuviera relaciones con Betsabé. Entonces, al nacer el niño, Urías pensaría que era suyo. Sin embargo, Urías estropeó los planes de David. En vez de regresar a su casa, Urías durmió a la puerta del palacio real. Después de eso, el monarca convidó a Urías a beber hasta embriagarlo, pero el soldado fiel se negó a regresar a casa. La constante negativa de Urías de regresar a casa con su mujer, frustró más a David y decidió que su única salida era asesinar a Urías, y lo envió de regreso al frente con su propia orden de ejecución en la mano. Mediante ella, instruía a Joab, su general, para que lo enviara a lo más encarnizado del combate y lo dejara solo. Como resultado de esa maniobra, no sólo Urías, sino otros soldados murieron innecesariamente

Queridos hermanos, David al enterarse del fruto de su adulterio con Betsabé, en ves de arrepentirse y pedir perdona a Dios por su pecado, trató de ocultar su adulterio, conspirando en contra del esposo de Betsabé, incrementando de esa manera su falta en contra de las leyes del eterno Creador. Hermanos, ningún pecado puede ser tapado por otro pecado. Los pecados que cometemos no pueden ser borrados, por eso, ¡en vez de tratar de borrarlos con otro pecado y hundirnos aún más!. Mejor será que reconozcamos nuestros pecados y busquemos el perdón de Dios, con un corazón humillado y arrepentido por haber quebrantado , sus leyes y mandamientos.