1 SAMUEL 29.
¿CEDER ANTE LA PRESIÓN?
3 … los comandantes filisteos reclamaron: ¿Qué hacen aquí estos hebreos? Y Aquis les dijo: Éste es David… Él ha estado conmigo por años, y no he encontrado en él ninguna falta…. 4 Pero los comandantes filisteos se enojaron. ¡Envíalo de vuelta a la ciudad que le diste! le exigieron. No puede ir con nosotros a la batalla.… 6 Así que Aquis finalmente mandó traer a David y le dijo: Juro por el SEÑOR que has sido un aliado confiable. Pienso que debes ir conmigo a la batalla… Pero los demás gobernantes filisteos no quieren ni oír hablar del tema. 7 Por favor, no los inquietes y regresa sin llamar la atención. NTV.
¿Alguna vez ha defendido a un compañero o amigo que se haya mostrado fiel y leal a usted?. A lo largo de la vida de las personas, en diversas ocasiones se presentan oportunidades para defender a alguien que se estima. Pero muchas veces a pesar de que se haya dado argumentos en favor del compañero o amigo, no son aceptados por el grupo. Cuando eso sucede, las personas se dejan llevar por la presión del grupo y terminan por aceptar la resolución de la mayoría yéndose en contra de la persona que se estima. El rey Aquis a pesar de estimar en gran manera a David terminó por aceptar la resolución de sus compatriotas y no permitió acompañar a David y sus hombres a la batalla.
Las ciudades filisteas se juntaron para una nueva batalla en contra de Saúl. David y sus hombres que se habían establecido en una de las ciudades filisteas, fueron incluidos al ejército de Aquis, rey de Gat, Aquis, David y sus hombres, marchaban rumbo al lugar de la batalla, cuidando la retaguardia del gran ejército filisteo. Cuando los otros gobernantes de las ciudades filisteas se dieron cuenta de que entre sus filas habían hombres hebreos, se perturbaron y pidieron explicación a Aquis por la presencia de estos hombres entre sus filas. Aquis defendió a David y sus hombres, afirmando la lealtad mostrada por parte de ellos a lo largo de los meses de estadía en una de sus ciudades.
A pesar de los argumentos presentados por Aquis, los otros gobernantes exigieron que Aquis mandara de vuelta a David a la ciudad donde se estaba refugiando. Los gobernantes filisteos no estaban nada convencidos de que David fuera confiable; en definitiva, él fue quien derrotó a Goliat el campeón filisteo, y la caída de ese héroe era un recuerdo aún vívido para ellos. Además, temían que David pudiera reconquistar el favor de su rey volviéndose contra ellos en el calor de la batalla y tal vez volviendo el resultado en favor de los israelitas.
Ante la presión de los gobernantes filisteos: Aquis no le quedó más que pedir a David que se retirara del lugar de la batalla y regresara a la ciudad de su refugio. Aquis a pesar de saber que David era una persona confiable, leal y un refuerzo extraordinario para el ejército filisteo, a la final se dejó influir de los pensamientos de los otros gobernantes y no se paró firme en su defensa a David.
Queridos hermanos, ¿Como nos comportamos ante la presión del grupo? ¿Somos coherentes en nuestros pensamientos hasta el final o nos dejamos vencer por la presión y adoptamos la postura de la mayoría?. El Rey Aquis tenía una buena concepción de David. Gracias a esa concepción lo defendió ante sus compatriotas, pero a la final cedió ante la presión de sus compatriotas, no pudo mantener su defensa a David. Hermanos, muchas veces nos dejamos vencer por la presión del grupo y tomamos posturas por los pensamientos de la mayoría a pesar de no estar de acuerdo con esos pensamientos. A pesar de la presión que pueda ejercer el grupo para que tomemos una postura en las cuales no estamos de acuerdo, debemos estar firmes en nuestros pensamientos y no dejarnos llevar por la mayoría. Si debemos defender a alguien que ha sido leal con nosotros defendámoslo hasta el final y no nos dejemos llevar por la presión.
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